miércoles, 28 de mayo de 2008

INTERESES ECONÓMICOS Y POLÍTICOS REVESTIDOS DE ACADÉMICOS

La intentona de aprobar un plan de estudios totalmente técnico y anticientífico fue impedida por muchos estudiantes mediante la exigencia de la consulta y discusión de aquél, a dicho reclamo se sumaron los profesores de “izquierda” de nuestra Facultad,
fue así como se logró que la modificación al programa de estudios de Economía fuera discutida en el coloquio que aconteció en el mes de enero pasado, durante el cual los acuerdos a los que se llegaron fueron continuar con la discusión del plan de estudios dado el desacuerdo de la mayoría de las áreas académicas de esta Facultad con el programa de estudios presentado por la Comisión de Evaluación y Seguimiento Curricular, pero además el descontento y crítica hacia ésta permitió que la misma se ampliara con profesores que no pertenecieran al grupo político de la Dirección y así volver a armar un plan de estudios que nos permitiera a los estudiantes una formación crítica e integral. La propuesta de ampliación de la CEYSC fue aprobada en el Consejo de Unidad y su ampliación consistió en agregar como miembros a los profesores Liza Aceves López, Alejandro Jiménez Jiménez y María Eugenia Martínez De Ita. Con lo cual se acordaba que todos los maestros de la nueva comisión discutirían el programa de estudios de Economía y que las discusiones serian públicas con convocatoria para toda la comunidad de la Facultad. Sin embargo dichas reuniones y discusiones tuvieron lugar, pero curiosamente una vez más se llevaron a cabo sin la invitación e inclusión de los estudiantes, demostrándonos así la nula importancia que tienen los alumnos en esta Facultad de Economía. Posteriormente a dichas reuniones los miembros de la Comisión de Evaluación decidieron aprobar el fruto de su arduo trabajo, el pasado 21 de mayo en el Consejo de Unidad, justo cuando en esta Facultad no había casi ningún estudiante y por supuesto los únicos enterados de la mencionada aprobación eran solamente los consejeros de unidad, o sea una vez más quisieron reformar el plan de estudios en Economía a espaldas del estudiantado y con la mayor discrecionalidad que caracteriza a los grupos de maestros de esta Facultad. Sólo que esta vez el oportunismo y farsantería se hicieron presentes en los maestros que hace unos meses “lucharon”por la consulta estudiantil del plan de estudios, pues ahora fueron ellos -en alianza- con la dirección a quienes no les importó que se intentara votar aquél sin la aprobación de la comunidad estudiantil y todo porque esta vez lo que estaba en juego era el proyecto CEDES, dejando claro que a ellos en el fondo los estudiantes tampoco les interesan mas que para ver consolidados sus intereses (caso coloquio en la defensa de sus horas clase y en la campaña electoral de Rivera de la Rosa)

Pero es que, qué se podía esperar que pretendieran hacer para votar su propuesta curricular, si el plan curricular modificado ahora por la comisión ampliada guarda una abundante relación con el anterior (el modificado en noviembre del año pasado) y de fondo sigue sin tener como fundamento una formación científico social, integral, manifestándose así que lo importante para la Dirección ni para los profesores de “izquierda” no es ofrecer una formación a los estudiantes, sino más bien tener materia de trabajo para conservar y aumentar sus ingresos, es decir seguir viviendo de la Universidad.
Nosotros decimos que dicho plan conserva intacto su carácter de desinterés por formar científicos sociales en Economía por que el nuevo plan “modificado” no es más que una curricula parchada o la fusión de los trabajos mediocres y deficientes del plan de estudios presentado por la primera Comisión de Evaluación y Seguimiento Curricular y el Plan realizado por el grupo de Rivera de la Rosa, el cual también fue presentado en el pasado e inédito coloquio de Enero (Revísese ambos planes); el resultado del nuevo plan es eso una fusión ni más n i menos que para que ambos grupos estén contentos y conserven sus asignaturas, y por ende su trabajo como profesores y por supuesto sus sueldos, quedando demostrado así cuál importancia por la ciencia, por la formación de los estudiantes, que tanto pregonaron los académicos voceros de la Economía política y a la Historia, aquí no queda más que su interés desmedido por defender en el coloquio a estas asignaturas fue por la sencilla razón que aquéllas representan su objeto de trabajo, por lo que era necesario mostrarse combativos en la defensa de éste y no como dijeron en pro de una formación crítica y predominio de la Economía política y la Historia en la licenciatura en Economía. Por otro lado la dirección de Economía y sus maestros por el momento también permanecen contentos puesto que su materia de trabajo no sólo se conserva sino que incluso se incrementan sus posibilidades de aumentar sus horas clase dado el crecimiento de materias de teoría económica y matemáticas contenidas en el actual mapa curricular.
Aunado a un plan de estudios modificado y replanteado para que tanto la Dirección y los académicos de “izquierda” pudieran repartirse felizmente el pastel de sueldos, viene la parte más importante y cuestionable del trabajo de toda la CEYSC ampliada, dado que el mapa curricular presentado –sólo- en el Consejo de Unidad expone en esencia y de fondo las mismas características que el plan que fue presentado en noviembre del año pasado y multi cuestionado en el coloquio del mes de enero, esto por que la actual propuesta carece de una formación que integre y relacione los conocimientos entre las materias del Área de Matemáticas, Economía política, Historia y Teoría Económica. El nuevo plan curricular consta de estas 4 áreas, las cuales ni siquiera guardan relación entre sí ya que al menos las asignaturas de Historia y Matemáticas tienen una desvinculación total del área de Economía Política y Teoría Económica, lo cual no expresa más que el interés afanado de la Dirección –en complicidad con Enrique Agüera- de querer formar técnicos que sepan un poco de todo, con conocimientos aislados unos de los otros, sólo tener conocimiento de cada materia sin que exista relación entre ellos, es decir esto parece o es semejante a la formación de un estudiante para dejarlo listo y preparado –lo cual queda aún en duda- para contestar un examen del CENEVAL, puesto que es esa la división que esta institución propone y ejecuta en la aplicación de sus pruebas de titulación en Economía.
Esta nueva forma en que aparece el plan de estudios, nos lleva a analizar las áreas mencionadas, en donde las matemáticas emergen como una sección del conocimiento que el estudiante de Economía debe dominar aisladamente de las demás asignaturas del mapa curricular, esto por que las asignaturas del área mencionada no llegan a relacionarse con las demás hasta el séptimo semestre, o sea hasta el final de la carrera. De la misma forma las materias de Historia que debieran vincularse con la Economía Política y también con las asignaturas de la teoría económica tampoco se encuentran conectadas .En el caso del área de Historia resulta ser que las materias que están dentro de ella se denominan como pensamientos históricos, las cuales fueron retomadas de la propuesta de plan del grupo de Jesús Rivera de la Rosa, expuesta durante el coloquio; como si se tratara de explicar el pensamiento de los múltiples autores de la historia de los modos de producción, hasta el desenvolvimiento reciente del capitalismo, esta gente que diseña el plan piensa que los estudiantes no tenemos capacidad para darnos cuenta de la trampa que hacen al pretender que en Economía se dizque enseñe la historia mundial, latinoamericana y nacional pero a la forma en que ellos acostumbran dar sus clases, o sea nunca explicando los procesos históricos de la producción, circulación, distribución y consumo, sino a la forma en cómo lo piensan y ven muchos escritores pero sin fijar una explicación y postura de lo que fue y está siendo la historia del hombre.
Algo similar sucede con las Economías políticas dado que en esta curricula –para dejar contentos a los estudiantes disidentes del plan de la antigua CEYSC- incluyen la Economía política contemporánea, según la reformada comisión, como Economía política 4, esto, -retomado también de la propuesta de Rivera de la Rosa y su grupo- no obstante esta materia deja de ser teoría del análisis del imperialismo y el desempeño actual de la competencia capitalista a nivel mundial, en esta materia el estudiante se dedicará a estudiar a los autores contemporáneos que se dicen ser estudiosos del Marxismo y que tienen publicaciones actuales sobre la Economía Política, relegando así la importancia del estudio de la actual fase del capitalismo a nivel mundial.

Esta situación no es consecuencia de un problema de diseño de plan de estudios, sino que corresponde a un problema de concepción ideológica, es decir de la forma de pensar y visualizar la formación actual o “de moda”, al estilo de las caras universidades privadas, con la cual coinciden y promueven la Rectoría, la dirección y el grupo de maestros bajo su control, aliados al otro bloque de maestros que solapan este tipo de formación del economista con tal de ver intactos sus intereses económicos no sólo en el conservar su objeto de trabajo, sino la negociación de permitir este tipo de plan de estudios con tal de que su CEDES hace una semana fuera aprobado. Decimos que este plan de estudios sigue estando armado al puro estilo neoliberal y malamente tecnócrata porque corresponde a formar técnicos o conocedores de distintas áreas de la economía pero sin relación alguna para estudiar la realidad, con ese plan se hace a un lado que la realidad es sólo una y que la ciencia permite estudiarla en su conjunto, no aisladamente. Es decir que este nuevo plan insiste en hacerse un mini todólogo en cada área de estudio de la economía, para que el estudiante tenga qué ofrecer al vender su fuerza de trabajo a la iniciativa privada, conozca de matemáticas, de computación, teoría económica, más un plus de economía política según los requerimientos del mercado; y no es que eso sea incorrecto, sino que el objetivo de formar economistas en una universidad pública no debe ser -aunque actualmente eso predomine y sea fundamental en el modelo neoliberal-prepararlo con los conocimientos y técnicas que le sirvan a las empresas o para las empresas, en cambio lo que sí debiera ser en la formación del economista es una persona preparada para conocer, analizar e incidir en su realidad de acuerdo a los conocimientos que haya obtenido en la licenciatura, independientemente del lugar en donde contraten su fuerza de trabajo.

Es por eso que detrás de la apariencia en la insistencia por reformar la curricula de nuestra licenciatura, salta la esencia que nos dice como la serie de reformas que se han buscado hacer a la formación de los estudiantes de Economía no apunta a intereses académicos sino a afectes políticos y económicos de los 2 grandes grupos existentes dentro de la Facultad, de unas mafias revestidas de “academia e investigación” y el bloque de los cínicos lacayos de Agüera y Antepuesto que lo que para ambas ha significado la modificación al plan de estudios no es de ninguna forma la mejoración académica en la preparación de los economistas, lo que a ellas realmente les atañe es ampliar y mantener sus horas frente grupo, y seguir enriqueciéndose del presupuesto público con proyectos como el CEDES. Es por ellos que a estos grupos les importa un bledo la imposición de un plan sin cientificidad, en cambio lo que sí importa es mantener y hacer crecer los ingresos de estos académicos vividores, unos escondidos como democráticos y otros que figuran a la luz viviendo de la Universidad.
De tal situación carente de atención e importancia hacia nosotros los estudiantes se vuelve prioritaria nuestra participación y la continuación en la lucha por la exigencia de ser tomados en cuenta en la toma de decisiones trascendentales en nuestra Facultad y por supuesto a que se exija a nuestros consejeros de unidad y a la misma comisión de evaluación y seguimiento curricular para que se organice una verdadera discusión del plan de estudios con los estudiantes, hablamos de una verdadero debate ya que los estudiantes no tenemos nada que perder al defender una formación científica, al contrario podremos ganar la batalla de una mejor preparación académica para nosotros y las próximas generaciones que están por estudiar Economía, pero para conseguirlo es necesario tomar la responsabilidad de discutir las reformas a la curricula de la licenciatura para obtener de dichos debates un plan que corresponda a un mejor dominio y aprendizaje de la ciencia económica, esa ciencia que nos permita hacer análisis de nuestra realidad, que por toda la problemática económica, política y social necesita transformarse, he ahí nuestro compromiso con la sociedad.

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