(En lo que el Mambrullo espera agazapado que alguien más escriba, subo mi mensaje)
Sobre el planteamiento de Edna de vivir en la Comuna de la 14, sí coincidí con la posición del Mambrullo, al decirle también a ella que lo subiera a las listas cuando me lo comentó directamente a mí, aún cuando fue clara al decir las razones para tomar esa decisión. Eso no se regatea y por el momento no se le ha buscado y ha quedado en suspenso cuándo se vendría ella, porque según esto lo iba a hacer en un mes apartir del 15 de diciembre, más o menos.
Chucho ha estado platicando con el Alibert su planteamiento para estar en la Comuna, en el sentido de que quiere avanzar y aquí lo que comentamos es cómo se ha estado trabajando con este cuate, que a pesar de ser alguien que se asume como espartaco, el jefe de jefes lo sobreprotege en lugar de hacer bien el trabajo político. Aquí la cosa es apoyarlo, porque si bien él dice tener broncas en su casa, hoy (miércoles 24) ha venido a la comuna a plantear lo mismo de que quiere avanzar. Comentamos con él no tanto si se le apoya o no: más bien que aquí le sirva el colectivo para definir cómo quiere vivir y cómo hacerse responsable a través del proyecto y los principios de Espartaco; que tenga la iniciativa para discutir e incluso la confianza para decir sus broncas. Quedó que ya mañana se vendría a vivir a la 14.
Bueno, mi posición hasta ahora, aparte de la cosas que señalan Camilo y Mara, se ha reducido en este colectivo a insistir en la bronca de la disciplina. Principalmente en los detalles que pasan aparentemente por domésticos, pero bastante sigificativos al reflejar toda una serie de actitudes irresponsables de gente que pretende vivir con determinados principios. O sea, se asumió el trabajo político como pretexto para no hacer las cosas de una -total, bien insignificante- casa cualquiera. La limpieza, preparar comida, atender a los gatos, lavar la ropa (fíjese, comadrita) no son asuntos prioritarios y es necesaria la figura materna y paterna para que los vengan a resolver. Mientras, el activismo talachero a tambor batiente en la coyuntura electoral. Como bien se señala, no caben los golpes de pecho. Planteo trascender el triste papel de andar nomás acicateando a que "se hagan las cosas", y pienso que es correcto insistir en eso siempre y cuando no sea lo fundamental y se descuiden los apectos cuestionados de no resolver en este colectivo en que vivimos; en qué plan se integre gente que llegue a él. No andar vegetando.
Otra. Es difícil pero no imposible hacer equipo con el Mambrullo, porque él tiene "su estrategia" para actuar, muy particular, basada en la filosofía, de no rajarse, no arredrarse ante el peligro y tomar a la de ya las decisiones correspondientes, y luego viriguo. Pero principalmente se basa en la soberbia. También hay mucho de dejadez y por lo menos a mí me tocó ver cuando llegué a la comuna de la 14, un verdadero desmadre en la casa (detalle nimio en esta visión, totalmente insignificante).
La solución es asumir la responsabilidad, tanto de este cuate como redundante responsable, como de mi parte, que ya no queda no saber cómo son las cosas, ni exigirse lo mínimo de lo mínimo y exigirle que se haga equipo para entrarle a las broncas.
El Coquis
Sobre el planteamiento de Edna de vivir en la Comuna de la 14, sí coincidí con la posición del Mambrullo, al decirle también a ella que lo subiera a las listas cuando me lo comentó directamente a mí, aún cuando fue clara al decir las razones para tomar esa decisión. Eso no se regatea y por el momento no se le ha buscado y ha quedado en suspenso cuándo se vendría ella, porque según esto lo iba a hacer en un mes apartir del 15 de diciembre, más o menos.
Chucho ha estado platicando con el Alibert su planteamiento para estar en la Comuna, en el sentido de que quiere avanzar y aquí lo que comentamos es cómo se ha estado trabajando con este cuate, que a pesar de ser alguien que se asume como espartaco, el jefe de jefes lo sobreprotege en lugar de hacer bien el trabajo político. Aquí la cosa es apoyarlo, porque si bien él dice tener broncas en su casa, hoy (miércoles 24) ha venido a la comuna a plantear lo mismo de que quiere avanzar. Comentamos con él no tanto si se le apoya o no: más bien que aquí le sirva el colectivo para definir cómo quiere vivir y cómo hacerse responsable a través del proyecto y los principios de Espartaco; que tenga la iniciativa para discutir e incluso la confianza para decir sus broncas. Quedó que ya mañana se vendría a vivir a la 14.
Bueno, mi posición hasta ahora, aparte de la cosas que señalan Camilo y Mara, se ha reducido en este colectivo a insistir en la bronca de la disciplina. Principalmente en los detalles que pasan aparentemente por domésticos, pero bastante sigificativos al reflejar toda una serie de actitudes irresponsables de gente que pretende vivir con determinados principios. O sea, se asumió el trabajo político como pretexto para no hacer las cosas de una -total, bien insignificante- casa cualquiera. La limpieza, preparar comida, atender a los gatos, lavar la ropa (fíjese, comadrita) no son asuntos prioritarios y es necesaria la figura materna y paterna para que los vengan a resolver. Mientras, el activismo talachero a tambor batiente en la coyuntura electoral. Como bien se señala, no caben los golpes de pecho. Planteo trascender el triste papel de andar nomás acicateando a que "se hagan las cosas", y pienso que es correcto insistir en eso siempre y cuando no sea lo fundamental y se descuiden los apectos cuestionados de no resolver en este colectivo en que vivimos; en qué plan se integre gente que llegue a él. No andar vegetando.
Otra. Es difícil pero no imposible hacer equipo con el Mambrullo, porque él tiene "su estrategia" para actuar, muy particular, basada en la filosofía, de no rajarse, no arredrarse ante el peligro y tomar a la de ya las decisiones correspondientes, y luego viriguo. Pero principalmente se basa en la soberbia. También hay mucho de dejadez y por lo menos a mí me tocó ver cuando llegué a la comuna de la 14, un verdadero desmadre en la casa (detalle nimio en esta visión, totalmente insignificante).
La solución es asumir la responsabilidad, tanto de este cuate como redundante responsable, como de mi parte, que ya no queda no saber cómo son las cosas, ni exigirse lo mínimo de lo mínimo y exigirle que se haga equipo para entrarle a las broncas.
El Coquis
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